Tenzin Gyatso, figura internacional que se define a sí mismo como un simple monje budista, es la máxima expresión del pueblo tibetano. Además, es un referente en cuanto a energía y modo de vida…
Los budistas tibetanos creen que los Dalai Lama son seres realizados, inspirados por el deseo de alcanzar la iluminación completa, que han hecho voto de renacer en el mundo para ayudar a todos los seres vivos. Es así que Gyatso viaja por todo el mundo expresando su filosofía de vida e impartiendo enseñanzas budistas.
Entre las enseñanzas de este maestro, destaco los 10 ladrones de energía, situaciones cotidianas que pueden generarnos un efecto contraproducente en nuestra persona. A continuación, te explicaré cada uno de ellos, junto a una frase del propio Dalai Lama.
Las personas tóxicas
“Deja ir a personas que solo llegan para compartir quejas, problemas, historias desastrosas, miedo y juicio de los demás”.
Una de las situaciones que más limita nuestro crecimiento personal y condiciona nuestro día a día es relacionarnos con gente tóxica. Deja ir a todas aquellas personas que no aportan nada a tu vida, y deja entrar a aquellas que tienen mucho para darte.
Las deudas
“Paga tus cuentas a tiempo. Al mismo tiempo, cobra a quién te debe o elige dejarlo ir si ya es imposible cobrarle”.
Vivimos en un mundo en el que el dinero importa, y es determinante en ciertas circunstancias. Por lo tanto, es de vital importancia llevar una correcta gestión de tu economía y, sobre todo, tener las cuentas claras y definidas.
Las promesas pendientes
“Si no has cumplido, pregúntate por qué tienes resistencia. Siempre tienes derecho a cambiar de opinión, a disculparte, a compensar, a renegociar y a ofrecer otra alternativa hacia una promesa no cumplida”.
Las palabras valen igual o más que el dinero. Presta atención a lo que dices y a lo que prometes, ya que no cumplir con una promesa puede tener un efecto en tus relaciones como en tu propia autoestima.
No saber delegar
“Elimina en lo posible y delega aquellas tareas que no prefieres hacer. Dedica tu tiempo a hacer las que sí disfrutas”.
Vivimos en sociedad, lo que significa que estamos en constante contacto con otras personas. En el ámbito laboral, delegar significa reducir la carga de trabajo para enfocarse en otros asuntos o en otras tareas que requieran de tu plena atención.
Trabajar en grupo, muchas veces, puede presentar una cuota de dificultad, ya que cada parte del equipo debe funcionar de manera correcta para poder cumplir con los objetivos. Sin embargo, como todo en la vida, basta con un poco de práctica y verás que las cosas irán funcionando de manera sencilla. Delega y triunfarás.
No descansar
“Date permiso para descansar si estás en un momento que lo necesitas, como así también para actuar si estás en un momento de oportunidad”.
El descanso es fundamental en nuestra vida. No importa lo que hagas en tu día a día; necesitas descansar. Y descansar no significa tirarse diez horas en la cama. El descanso reparador es aquel que nos permite recargar energías para poder afrontar la jornada de la mejor manera posible. Ejercicios de meditación o respiración son una buena herramienta para lograr el tan deseado descanso reparador.
El desorden
“Tira, levanta y organiza. Nada te toma más energía que un espacio desordenado y lleno de cosas del pasado que ya no necesitas”.
Hay veces en las que nos vemos saturados de objetos que ya no son valiosos. En vez de seguir teniéndolos en casa sin ningún tipo de propósito, es mejor deshacerse de ellos de manera definitiva.
Esta misma filosofía puede aplicarse a los pensamientos e incluso más, a las personas que nos rodean. Si nuestra mente sigue pensando en eso que no fue o en otro recuerdo que nos perjudica, lo mejor que puedes hacer es cerrar esa pestaña. Al igual que con las relaciones… Si las personas que tienes al lado no te sumen en absolutamente nada y, por lo contrario, restan, no hay razón por la cual debas seguir forzando esa amistad.
No cuidar tu salud
“Da prioridad a tu salud. Sin la maquinaria de tu cuerpo trabajando al máximo, no puedes hacer mucho. Tómate algunos descansos”.
Tu cuerpo es tu templo. Si hay algo que sí o sí te va a acompañar durante toda la vida, eso es tu cuerpo. Debes ser tu prioridad número 1, por lo que debes cuidarte, entrenar y alimentarte de manera adecuada.
Multiplica tu vitalidad y energía dándole gasolina a tu cuerpo y trabajando para tener una buena salud. Dedica tiempo en cantidad y en calidad cada día a construir tu mejor soporte.
Evitar las situaciones difíciles
“Enfréntate a las situaciones tóxicas que estás tolerando”.
Muchas veces, por el simple hecho de no querer sufrir, solemos esquivar las situaciones difíciles. Ya sea en las relaciones interpersonales como en situaciones laborales, si algo se presenta feo, muchas veces nos callamos y seguimos.
Esto no puede seguir así. Aunque no lo sientas de modo inmediato, evitar las situaciones difíciles puede acarrear graves problemas en tu autoestima y en tu forma de vida. Lo mejor es cortar los problemas de raíz, enfrentarte a las situaciones complicadas y tomar las decisiones que haya que tomar para solucionar ese problema.
No saber aceptar
“Acepta. No es resignación, pero nada te hace perder más energía que el resistir y pelear contra una situación que no puedes cambia”.
Respecto al punto anterior, debes saber que no siempre estarás en lo correcto. En los casos en los que no puedes tener el control total de la situación o te exceda, lo mejor es aceptarlo. Aceptarlo no es un signo de debilidad, sino que todo lo contrario. Saber aceptar algo con lo que no estás de acuerdo es una muestra de fortaleza y de seguridad notable.
No saber perdonar
“Perdona, deja ir una situación que te esté causando dolor. Siempre puedes elegir dejar el dolor del recuerdo”.
Por último, perdonar es otra de las prácticas que te ayudará a tener una mejor relación contigo mismo/a. No solo personas a los demás, sino también perdonarte a ti mismo/a. ¿Cuántas veces has entrado en conflicto contigo por algo que hayas hecho o no? Deja ir todo eso y perdónate.
Estos son los 10 ladrones de energía del Dalai Lama. Ahora que ya sabes cuáles son y cómo actuar frente a ellos, te invito a poner en acción cada una de estas prácticas para lograr una vida mucho más feliz y plena.