Los 5 mejores hábitos para tu día a día

Miguel Navarro

Te estarás preguntando cuáles son los hábitos que te explicaré a continuación. Si esperas que te diga duerme bien, aliméntate de forma adecuada, medita una vez al día y haz actividad física todas las semanas, siento decirte que te equivocas.

Los 5 hábitos que pasaré a explicar en breve te permitirán tener grandes resultados, ser una persona productiva y, por supuesto, lograr ese nivel de calma y felicidad tan deseado. Estos hábitos tienen que ver con la mentalidad, con el modo en el que utilizamos nuestra mente. En este contexto, la mejor herramienta para tu cambio personal, es dominar tu mente, algo que exige un entrenamiento diario.

Hacer lo que no me apetece hacer

El primero de los hábitos saludables tiene que ver con esas acciones o rutinas que hacemos a diario que, por una u otra razón, no nos apetecen al 100%. Al leer estas líneas estarás pensando que no tiene sentido lo que escribo, pero quiero que sepas que detrás de la barrera de lo que no te apetece hacer, siempre está el crecimiento.

Hay ciertas rutinas que se pueden hacer para trabajar este primer hábito. Una de las mías es darme un baño con agua fría cada mañana, algo que nunca me apetece, pero lo hago de todas formas. El fin último de hacer lo que no nos apetece es luchar contra la incomodidad, contra la comodidad de nuestra mente.

Nunca hay que conformarse con la comodidad. Si queremos grandes resultados, no hay que conformarse y, siempre, ir a más.

Este hábito también hay que practicarlo con las relaciones. ¿Cuántas veces has tenido que tomar decisiones en cuanto a conversaciones o acciones que incluyen a otras personas de nuestro entorno? Por no enfrentarnos a esa incomodidad, solemos no tomar dichas decisiones.

Tony Robbins, una vez dijo: “La calidad de tu vida depende de la cantidad de incomodidad que puedes asumir de forma cómoda”. Acostúmbrate a ponerte incómodo, a hacer lo que no te apetece hacer porque justamente aquí está el crecimiento.

Retarme

Este segundo hábito se relaciona mucho con el primero, pero va un poquito más allá. En este caso, te propongo retarte como modo de vida. Desafiarte de manera constante es difícil y muchas veces cuesta cumplir con los objetivos, pero cuando te esfuerzas a dar un 1% más cada día, es cuando te conviertes en una versión tremendamente superior de ti mismo.

Este hábito se puede implementar tanto a nivel personal como profesional. Necesito entrenarme en cada cosa que hago para que cuando tenga un reto en mi profesión o en una relación, lo supero.

Te animo a empezar una nueva actividad y plantearte nuevos desafíos. Con esto, quiero que salgas de tu zona de confort, lo que te hará mejorar y luchar contra la normalidad. Necesitamos enfrentarnos contra lo que todo el mundo hace y con lo preestablecido, ya que corremos el riesgo de estancarnos y quedarnos al mismo nivel que el resto.

Trabajo interior

El tercero de los hábitos que te quiero compartir tiene que ver con el trabajo interior. Cuando comencé en el mundo del crecimiento personal, uno de los autores que primero descubrí fue Jim Rohn. Una de sus frases que me quedó grabado fue: “Tienes que invertir más en ti que en todo lo demás. Tienes que trabajar más en ti que en tu empleo, tu negocio o tus relaciones”.

Si he aprendido algo estos últimos años es que, si miras hacia adentro, lo que realmente sucede es magia. Para trabajar mi yo interior, algo que me sirve mucho y quiero que pongas en práctica es coger un folio y comenzar a vaciar todo el ruido mental. Este ejercicio es de los mejores para analizar lo que me sucede y analizar qué es lo que me pasa y, de esta manera, poner palabras a esas emociones.

Otra buena práctica es mostrar gratitud, agradecer por lo que tenemos. Si tenemos el hábito de enfocarnos en lo que tenemos y dar gracias por ello, nuestro estado emocional medio va a ir elevándose. Llegará un punto en el que agradecerás cada detalle, desde ver una puesta del sol hasta tomar un café con una persona que quieres.

Quiero tomarme un momento para hablar de esas cosas “negativas” que pueden ocurrir. La clave está en cambiar el por qué me ha pasado por el para qué me ha pasado. Haciendo este cambio, mi perspectiva ante el problema se transforma por completo. Por lo tanto, ante cada momento complicado, pregúntate para qué te está ocurriendo eso y extrae ese aprendizaje.

Cuestionarme todo

El cuarto hábito surge porque yo era muy cabezón de pequeño, siempre creía tener la posesión de la verdad. Tras mucho trabajo, comencé a cuestionarme y poner en tela de juicio lo que yo pensaba.

Tim Ferris, otro de los autores que te recomiendo, dice que tenemos que hacernos preguntas inteligentes para cada caso. Por lo tanto, algo que siempre me pregunto es lo siguiente: “¿Y si la solución fuese lo completamente opuesto a lo que suponía hasta ahora?”. Preguntándote esto, tu mente, poquito a poco, se irá abriendo y aparecerán nuevas perspectivas.

Aprender

Este último hábito es el de aprender de todo. Hay una frase, con la cual no estoy de acuerdo, que dice: “Yo no acepto consejos de nadie que no ha construido nada”. Todas las personas, sin excepción, tienen el potencial de enseñarnos algo. Sin embargo, depende de nosotros tener la apertura para que nos enseñen.

Si bien podemos aprender de las personas, también es necesario invertir en formación. El dinero invertido en formarse se recupera, no solo en términos económicos, sino también en el sentimiento de felicidad y plenitud que se adquieren. Cuanto más aprendo, más me doy cuenta que me queda mucho por aprender.

Uno de mis mayores aprendizajes vitales es que tenemos muchos problemas por resolver. Para solucionarlos, la fórmula mágica es que crezcas de forma permanente. Estos 5 hábitos te ayudarán a tener las herramientas necesarias para enfrentar estos conflictos y solucionarlos. 

7 errores que destruyen tu autoestima

7 errores que destruyen tu autoestima

Puede que también te interese...

7 errores que destruyen tu autoestima

7 errores que destruyen tu autoestima